El orgullo por nuestro café de Nariño
Es preciso convertir el café artesanal especial de Nariño, en tema de conversación en todos los niveles educativos, en todos los espacios sociales; que se eleve la estima social por el propio café; que haga parte de una conversación colectiva no de un silencio individual; que eleve la dignidad campesina y se hable con orgullo del café de Nariño.
La familia en una taza de café
Hay familias completas en cada taza de café, todas, esperanzadas en poder venderlo al mejor precio: niños, adolescentes, jóvenes, adultos y viejos. Cada uno juega en la familia campesina algún papel de la línea de producción. Es que solo hay una cosecha al año y los ingresos anuales de la familia caficultora dependen de ella.
Hacia una cultura del café
¡Hay tan poca cultura del café en todos los ámbitos de Nariño! Desde los mismos productores (consumidores también) que pacientemente cuidan cada grano hasta los consumidores, hemos vivido engañados: el café que compramos para tomar en casa no es el que se produce en el territorio, sino basura de café importada. El café de verdad, se exporta, no lo conocemos, lo conocen, aprecian y valoran en el exterior. El volver sobre el
Conversación sobre el café
Contrario a la velocidad y simplicidad que ofrecen las nuevas tecnologías de la información y comunicación -TIC-, la devoción por el café motiva la paciencia, la conversación cara a cara. Tomar una taza de buen café, lleva a preguntar sobre las cualidades, orígenes, historias, alturas, beneficio, grado de tostión, grado de molienda del mismo, a enterarse de la complejidad del espresso, alma de todo buen café y demás temas asociados a una
Confesión del Productor
Descubrí el café artesanal especial de Nariño en 2009; ahora solo siento devoción por él. Lo descubrí por una investigación que realicé para el II Laboratorio de paz en el norte de Nariño y sur del Cauca. Ella me llevó a toparme con caficultores y con un laboratorio de café en La Unión (Nariño), donde un experto catador ya analizaba cafés para una empresa extranjera. En el laboratorio me dejé llevar, como hago